por Sebastián Torres

Hasta el tío Marcelo celebró. Obvio, si la de ayer fue una de las noches que todos quisiéramos recordar, todo lo contrario a lo sucedido el domingo pasado. Anoche, la Roja fue una tromba. Dejó la escoba con cuanto rival se le cruzara en su camino y sumó 3 puntos que nos hicieron pasar del infierno al cielo en 3 días. De la amargura y el derrotismo regado por el territorio chileno, nos hicieron pasar al exitismo y el hambre de victoria. Al hambre de Mundial.
Difícil encontrar puntos bajos en una Roja que ayer rindió al máximo. Un planteamiento perfecto (sin experimentos, como lo de Estrada en el partido con Brasil) y una actitud que Bielsa le supo imprimir a un equipo que venía con la amargura de una goleada en contra.
La perfección hecha equipo comenzó con el portero Bravo, que pese a tener una noche tranquila, pasó una zozobra que controló de manera magistral, y siempre que fue requerido, respondió. La línea de la defensa parecía un reloj: Jara con la actitud que le faltó ante Brasil, Medel con un trabajo impecable anulando a cuanto rival se le pusiera por delante y el que picó desde atrás para ganarse un puesto entre los titulares: Ismael Fuentes, quien (al igual que Jara) se matriculó con un gol. Viciado, pero gol al fin.
Estrada me tapó la boca. Pero no solo a mi, sino que a todos. Al jugar en su puesto, demostró que lo domina con la calidad de un seleccionado y todas las críticas que se ganó por su pésimo partido ante Brasil, hoy se transformaron en loas. Cereceda, con un trabajo de bajo perfil, cumplió como permanente agente ofensivo, aunque se le puede reprochar algo: su permanente retraso del juego. Vidal, a pesar de sus problemas físicos (ampollas en los pies), cumplió una faena notable en el anticipo, y coronó su gran noche con un pase magistral a Matías para el cuarto gol.
¿Y qué hablar de Matías? Se reencontró con su fútbol, de a poco encontrando aquel fútbol que lo llevó a ser elegido el mejor jugador de América el año 2006. Poco a poco recuperando la confianza y poco a poco ganando más presencia dentro del campo de juego.
Sánchez sigue abusando del individualismo, pero es uno de los agentes ofensivos más importantes de Chile, siempre inquietando a los defensas rivales con su velocidad. Suazo acalló todas las críticas que le llegaron al no convertir unas cuantas oportunidades ante Brasil y se fue sin decir ni pio de Chile. Y Mark González hizo todo lo que se espera de él y que casi nunca realiza. Centró, desbordó, recuperó balones y participo en la génesis del mejor gol de Chile.
Finalmente, hoy en la mañana el té estaba más dulce y la marraqueta más crujiente. Chile volvió a meterse en los puestos de clasificación directa al Mundial y la felicidad (que ojalá siga más allá) llegará hasta octubre, cuando en Quito nos espere la selección ecuatoriana.
Pero por ahora, a celebrar. Por ahora, a tener un feliz 18 de septiembre. Por ahora, sigamos pensando que Chile aún mantiene la esperanza de llegar a Sudáfrica.


CHILE 4
Bravo; Medel, Jara, Fuentes; Vidal, Estrada, Cereceda (78', Contreras), Fernández; Sánchez (80', Fierro), Suazo (85', Morales), M. González. DT: Marcelo Bielsa.
COLOMBIA 0
Julio; Perea, Portocarrero, Mosquera, Armero; Sánchez, Amaya, Anchico (53', Zúñiga), Hernández (46', D. Moreno); T. Moreno, Rodallega (75', Rodríguez). DT: J.L. Pinto.

T. AMARILLAS: Fuentes (CHI); Sánchez, Armero (COL).
T. ROJAS: No hubo.
ÁRBITRO: Jorge Larrionda (URU)
ESTADIO: Nacional Julio Martínez
PÚBLICO: 62.000 aprox.