por Juan Manuel López

Da lata empezar el blog así. Sobretodo después de la manera en la que se perdió. A decir verdad, lo de anoche es una de esas noches que uno no quisiera recordar (pero que algunos, por cosas de trabajo y/o hobby, debemos hacerlo). Fuimos un desastre. Un fantasma en la cancha. Un equipo sin ideas y las pocas que tenía las hacía de mala manera. O sea, todo mal. Y con todo eso, Brasil hizo y deshizo de un Chile bastante temeroso
(por decirlo de una manera) dentro del reducto recién bautizado como "Julio Martínez". Pero, ¿quién es el culpable? ¿La prensa por izar a la categoría de figuras a un grupo de jugadores que, quiéranlo o no, no ha ganado nada? ¿Los jugadores por creerse el cuento de ser "figuras", siendo que no lo son (con algunas excepciones)? ¿Bielsa por el mal planteamiento del partido? Aquí no hay culpables. Como dice una frase cliché, "cuando ganamos, ganamos todos y cuando perdemos, lo mismo".
Bielsa se equivocó (y se le agradece por reconocerlo) en poner a una defensa bastante escuálida para sostener los embates de una delantera poderosa, que tenía a Robinho y Luis Fabiano dándoles un verdadero baile a Medel, Jara, Estrada (un desastre) y Vidal, mientras el ÚNICO volante de contención (Carmona) hacía agua frente a un Brasil que no deslumbró, pero que sí fue preciso y contundente. Droguett fue solamente a decir presente, ya que Don Bielsa se mandó la gran "Perro Verde" y lo mandó a una posición que no maneja: acompañar como volante ofensivo a Matías Fernández. ¿Y Mark González? ¿Qué es de él? Como decía un matutino por ahí, "esto no es una carrera de 100 metros planos, donde solamente se corre". Suazo con la polvora mojada y Alexis Sánchez abusando de la gambeta corriente y el canchereo innecesario, como siempre.
Ahora, ¿qué puede ser lo destacable dentro de un Chile plagado de errores? Alguien que salvó el honor: el portero Claudio Bravo. De no ser por él, nos hubieramos llevado no uno, sino que unos cuantos sacos de goles de recuerdo para la casa.
¿Y Brasil? Vino a hacer lo suyo. Mucho toque de primera. Mucho centro preciso y mucho despliegue y velocidad. Y con 3 goles, se llevaron 3 puntos que lo dejan como el escolta del puntero, Paraguay.
¿Y el hincha? ¿Qué pasó con el hincha optimista? Se subió a la nube de la victoria a la que nunca se debió haber subido, puesto que entre más optimismo, más riesgo de amargura hay al día siguiente. En fin, pagamos justos por pecadores, ya que subestimamos a un equipo que, no por nada, es pentacampeón del mundo.
¿Qué nos queda ahora? Apoyar con todo a La Roja ante Colombia, ya que los 3 puntos ante los cafeteros son casi una obligación dejarlos en casa. Por eso hay que hacerle caso a Bielsa y a esa "hermosa canción que no la había escuchado en ningún lugar del mundo": cuando el equipo anda mal, la hinchada lo hace ganar.


CHILE 0
Bravo; Medel, Jara, Estrada, Vidal (46', Cereceda); Carmona, Droguett (39', Valdivia), Fernández; Sánchez, Suazo, M. González (46', Beausejour).
BRASIL 3
Julio Cesar; Maicon, Lucio, Luisao, Kléber; Gilberto Silva, Josué, Diego (78', Elano); Robinho, Luis Fabiano (86', Jo), Ronaldinho (52', Juan)

GOLES: 20', Luis Fabiano (BRA); 44', Robinho (BRA); 83', Luis Fabiano (BRA)

T. AMARILLAS: Estrada, Beausejour, Carmona, Sánchez (CHI); Luisao, Luis Fabiano, Diego, Kléber, Gilberto Silva (BRA)
T. ROJAS: Valdivia (CHI); Kléber (BRA)
ÁRBITRO: Carlos Torres (PAR)
ESTADIO: Nacional Julio Martínez
PÚBLICO: 60.000 aprox.