por Sebastián Torres / De Media Chilena


En la semana se había hablado mucho. Que Colo-Colo venía mal y que el triunfo ante Ñublense el domingo pasado no era suficiente. Que la "U" venía con la moral por las nubes, tras vencer al Inter de Porto Alegre a mitad de semana (con post sesión de spa, incluido). Pero un Colo-Colo - U. de Chile es un partido aparte. Más allá de los momentos de cada equipo, aquí sólo cuenta el partido que se juega. Y Colo-Colo respondió.
El Monumental hervía. Las casi 40 mil almas que repletaron el recinto de Macul venían ansiosas de un triunfo. De dejar atrás los fantasmas del descenso y poder soñar con meterse en los playoffs. Los casi 6 mil hinchas azules que se apostaban en el sector sur del Monumental, esperaban que la "U" corroborara su gran semana enterrando definitivamente a su clásico rival.
Pero en la cancha, todo fue distinto. Colo-Colo salió con otra actitud, mientras la "U" se escudaba en un esquema conservador, pero no exento de presión. Colo-Colo buscó el gol desde el minuto 1. La "U" buscaba frenar por todos los medios posibles frenar el explosivo arranque de Colo-Colo. No por nada, Mauricio Arias y Osvaldo González se ganaron una tarjeta amarilla antes de los 6 minutos de juego.
Pero, a pesar de todo, los azules lograron contrarrestar el buen inicio de Colo-Colo, pero sin llegar claramente al arco. Sólo una llegada de Walter Montillo tras un error de la zaga alba (¿otro más? Ya no es novedad) fue el mayor susto que pasó el elenco de Tocalli.
Meléndez se adueñaba del mediocampo albo. Sebastián Toro y José Manuel Rey comenzaban a afiatarse aún más en la defensa colocolina y José Domingo Salcedo aportaba su garra habitual. Por contraparte, José Contreras y Osvaldo González hacían agua por el sector derecho, Walter Montillo no lograba marcar diferencias y Juan Manuel Olivera andaba desconectado del resto del equipo y nunca le llegaba una pelota con ventaja.
Esta leve superioridad alba se vio reflejada al filo del primer tiempo, cuando Charles Aránguiz (de intrascendente actuación) le entregó un pase preciso a Ezequiel Miralles, que el ariete argentino desvió sobre el arco custodiado por Miguel Pinto.
Al comenzar el segundo tiempo, los equipos seguían sin darse mucha ventaja. Pero había que tirar toda la carne a la parrilla, porque era la última oportunidad. Y así lo entendió el equipo de Tocalli: en el minuto 11 del segundo tiempo, Olarra bajó a Miralles cerca de la banda y Esteban Paredes capitalizó el tiro libre que le daría la ventaja transitoria (y, a la larga, definitiva) a Colo-Colo.
Luego de eso, José Basualdo mandó a la cancha a Edson Puch en reemplazo de un desapercibido Marcelo Díaz (que reemplazó al suspendido Felipe Seymour) para poder darle un poco más de vértigo a la escuadra visitante que, a esas alturas, no tenía otro objetivo que buscar el gol del empate.
En el minuto 72, Cristián Muñoz se vistió de héroe tras despejar un cabezazo a quemarropa de "Ibrahimovic" (??? Pobre Zlatan) Olivera, luego de un genial pase de taco de "Firulais" Contreras. A esa altura, todo Colo-Colo defendía nervioso, pero eficientemente, la ventaja mínima.
Claro que los hinchas albos sufrieron. Y mucho. Aunque Colo-Colo tuvo muchas oportunidades de poder ampliar el marcador, ningún contragolpe prosperó y al final el partido terminó con la ventaja mínima para el elenco popular.
Otro balón de oxígeno para Tocalli. Un aterrizaje forzoso para Basualdo y sus chicos. Y una hinchada alba que poco a poco vuelve a ilusionarse con este equipo plagado de estrellas. ¿Ahora se irán a un spa?