A pesar de que algunos no queramos reconocerlo, ganó el fútbol. España está de fiesta, celebrando un inédito título Mundial. Merecido y, quizás, postergado. La (otra) Roja fue superior en todos los aspectos a la agresiva Holanda y, en la final, si España perdía hubiera sido, lejos, una injusticia.
Las figuras de Casillas, Piqué, Puyol, Xavi, David Villa y Andrés Iniesta (el autor del gol histórico en la final) ahora resplandecen más que nunca en el firmamento del fútbol. La camiseta española por fin tiene esa codiciada estrella acompañando al escudo y todos los españoles, a pesar de que ya han pasado dos días desde el título mundial, aún siguen celebrando. Era que no.

Felicidades, España.