Del Aconcagua Para El Mundo

Que la U no había podido. Que Colo-Colo tampoco. U. San Felipe, sin quererlo, tenía la pesada mochila de ser el único representante de Chile en la Copa Sudamericana. Un 1-1 allá en Paraguay ya se mostraba heróico, dado que el gol de San Felipe fue en el último minuto. Por eso, había confianza en lo que se podía hacer hoy en el Santa Laura...

"Patea Eros Péreeeeez...la pelota pegó en el palo!!"...
"Viene Fabbrooooo...gooool del Guaraní. 1-0"...


...Algo tenía el equipo paraguayo que miraba a huevo al elenco de Ivo Basay. O, al menos, eso se notaba en el ambiente. No sé si llamarlo así o "tener confianza en ellos mismos". Para no quedar mal con nadie, me quedo con la última...

"El Mago González le va a pegaaaaar...goool de San Felipe. 1-1"
"Viene Carballo, el autor del gol en los 90. Carballoooooo...goool del Guaraní. 2-1"

San Felipe no se quería amilanar. Ya tenía todos los ojos del país puestos en ellos, pendientes de lo que podían lograr hoy ante Guaraní. Y el premio no era menor: avanzar a los octavos de final de la Copa Sudamericana y enfrentarse nada más ni nada menos que a la Liga de Quito, el actual monarca del certamen...

"Va Páeeeez...goool de San Felipe. 2-2"
"Este tiene pinta de tronco...Paniaguaaaaa...goool de Guaraní. 3-2"...

Las más de 7 mil personas en el Santa Laura y unos pocos paraguayos por ahí le daban un aditivo especial al encuentro. Era lindo ver a la gente del Uní-Uní identificada totalmente con el equipo y que fue a apoyar en masa al equipo de su ciudad, que seguía haciendo sus armas en el plano internacional...

"Suáreeeez...lo mató. Gooool de San Felipe. 3-3"
"Guglielmoneeeee...goool de Guaraní. 4-3"
"Ángel Vildozo le pegóoooo...gooool de San Felipe. 4-4"...

Pero las cosas no serían fáciles. Al comenzar el partido, U. San Felipe empezó a presionar de buena manera. Su arranque prometía. El Guaraní estaba encerrado en su campo, pero no bastaron más de 10 minutos para que el elenco paraguayo se plantara bien en la cancha y le pusiera problemas al equipo del Valle del Aconcagua. Las caras de sufrimiento aparecían cada momento que el portero de San Felipe, Jaime Bravo, soltaba una pelota o se resbalaba en la cancha. Errores que a la larga pudieron costar caro, pero no pasaron a mayores. Claro que las caras largas no tardaron en aparecer, cuando a los 44' del primer tiempo, luego de un cabezazo que dio en el vertical derecho de Bravo, apareció el jugador Héctor Carballo para decretar la ventaja parcial del equipo paraguayo. Así, se fueron al descanso. Los hinchas no lo podían creer. Y la ventaja del gol de visita logrado en Paraguay, ya no servía...

"Si lo marca Chávez, Guaraní pasa a los octavos de final de la Sudamericana...le pegó Cháveeeeez...¡¡atajó Bravo!! (...) Esto se va al muere, muere. Uno y uno"...

Quién sabe qué les habrá dicho Basay a sus muchachos en el camarín. Sólo ellos saben. Pero salieron con otra mentalidad. Con otras ganas. Con ganas de darlo vuelta y ganas de no fallarle a su gente que los había ido a apoyar masivamente...

"David Fernández para San Felipeeeee...nooooo. No le podí pegar así, hombre...atajó Aurrecochea"...

Su esfuerzo y sus ganas tuvieron premio. En los 57', Pablo Lunati (de regular cometido) pitó falta en favor de los aconcagüinos cerca del área y Miguel González no tuvo reparos en tomar la pelota y asumir la responsabilidad de patear el tiro libre. Y no falló. El disparo tuvo la "comba" precisa para clavarse en el fondo del arco. Era golazo para San Felipe. Era el 1-1 y volvían a nacer las esperanzas...

"Bravo trata de distraer a Marecos. Viene Elvis. Marecos le pegóooooo...¡¡atajó Bravo de nuevo!! ¡Impresionante!"...

Conforme pasaban los minutos, todo el mundo pensaba en la hipotética definición a penales. Algo raro, si todavía faltaban más de 30 minutos para que uno de los dos equipos ganara el partido en los 90'. Pero el duelo estaba parejo. Y con el gol del Mago González, el cotejo ganó en intensidad...

"Viene Quiñóneeeeez...goooool de San Felipe. 5-4"
"Si lo falla Sosa, clasifica San Felipe...Sosaaaaa...goool de Guaraní. 5-5"...

Vildozo y González se turnaban en las ocasiones de gol. El portero Aurrecochea se convertía lentamente en figura. Pero Guaraní también quería lo suyo y también tuvo ocasiones para aumentar el marcador, gracias a los espacios que dejaba San Felipe en el fondo...

"Le va a pegar el mismísimo Jaime Bravo. Bravooooo...goool de San Felipe. 6-5"
"Benítez quiere extender la serie...Beníteeeeez...goool de Guaraní. 6-6"...

Claro que en el 83', todo el Santa Laura enmudeció. Contraataque del Guaraní, la defensa de San Felipe hacía agua y Teixeira le hacía un globito a Bravo en la entrada del área. Por suerte, la pelota dio en el travesaño. Y digo "por suerte", porque el árbitro Lunati no había cobrado un claro empujón de Teixeira sobre Suárez...

"Domíngueeeeez...la pelota dio en el palo y no alcanzó a entrar! Esto sigue 6-6"
"Si lo hace Mendoza pasa el Guaraní...Mendozaaaaa...¡atajó Bravo! Esto continúa 6-6"...

El partido terminaba y los equipos debían irse a la tanda de penales. De inmediato, me vinieron a la mente esas definiciones a penales de Unión Española contra la U y contra la UC. Esas definiciones en las que Jaime Bravo se tituló de héroe para la Unión Española, en esos tiempos en que el torneo se definía en los playoffs...

"Viene Estaaaaay...goooool de San Felipe. 7-6"
"Filippini para el décimo de Guaraní. Filippiniiiii...goool de Guaraní. 7-7"
"Magaña para terminar con los 11 jugadores...Magañaaaaa...gooool de San Felipe. 8-7"

El "Hueso" Basay motivaba a Sam Bravo para esta tanda de penales. Sabía que la clasificación de San Felipe dependía de su desempeño en el arco. Sabía que la clasificación estaba cerca y que debía echar mano a todo su caracter de motivador. Por eso, Bravo fue con todo. Con ganas de volver a convertirse en un héroe, como lo fue en sus épocas en Unión Española.

"Le va a pegar el portero Aurrecochea. Viene Aurrecocheaaaa...¡clasificó San Felipe! ¡Señoras y señores! ¡En una noche inolvidable, es la noche de Bravo, es la noche de Sam! ¡Celebran todos! ¡Desde el año '72 que no estaban en estas instancias! ¡Es la noche más gloriosa, es la noche más alegre, es la noche inolvidable! ¡Es la noche de los equipos chicos, es la noche de los olvidados! ¡Es la noche de los que regularmente miran despectivamente! ¡Hoy vinieron 7 mil personas desde el Valle del Aconcagua! (...) ¡En una noche de imposibles, San Felipe pasa a los octavos de final de la Copa Sudamericana!"

8-7 en los penales para Unión San Felipe. Otra vez Bravo se viste de héroe. Liga de Quito espera a este equipo. A este humilde equipo que representa a Chile en la Sudamericana, mientras otros se quedaron en el camino. Y mientras la hinchada cantaba "Olé olé olé olé, huesoooo, huesooooo", todos los jugadores se abrazaban en medio de la cancha. Un partido emotivo. Y una clasificación merecida para los aconcagüinos.

Lamento Boliviano

Cuando los dos equipos chilenos "más grandes" fueron emparejados en la Copa Sudamericana con dos (hay que decirlo) malísimos equipos bolivianos, todo el mundo (quizás) dio por hecho que las llaves eran pan comido para la U y Colo-Colo y que los dos equipos más populares de Chile estarían en la siguiente fase de la competición, enfrentando al colombiano Deportes Tolima y al paraguayo Cerro Porteño, respectivamente.
Sin embargo, el día 17 de agosto se empezó a escribir esa historia nefasta para Colo-Colo y la U en la Copa Sudamericana. Esa que sólo duraría un par de semanas.
El equipo de Diego Cagna fue incapaz de vencer en Bolivia a un modestísimo, malísimo, pésimo, o como quiera llamarlo, Universitario de Sucre. Perdieron por 2-0, mostrando un bajísimo nivel y dejando una mala impresión para todo el fútbol chileno, sobre todo por la supuesta calidad de los refuerzos que llegaron "para ganar algo en el ámbito internacional", como vienen prometiendo los dirigentes albos hace mucho tiempo.
Una semana después, y luego de conseguir la clasificación ante Municipal Iquique, la U hacía su estreno de local en la Copa Sudamericana ante Oriente Petrolero. Un rival con historia, pero no por eso con más jerarquía. Un pobre empate 2-2 (luego de ir perdiendo por 2-0) y mostrando un discretísimo nivel, la U quedaba a un paso de quedar eliminada en primera fase de la competición internacional.
Un día después, Colo-Colo tenía la misión de hacer 3 goles y esperar que el humilde Universitario de Sucre no le hiciera ninguno. Cualquiera hubiese pensado "tarea fácil", pero luego de lo mostrado en Bolivia, no daba para pensar que Colo-Colo fuese capaz de tamaña hazaña. Y pasó justo lo que no tenía que pasar. Colo-Colo, con más ganas que con buen fútbol, lograba hacer esos 3 goles necesarios...pero Universitario de Sucre marcaba el fatídico gol de visita y adiós Sudamericana. El primer gran fracaso de la era Cagna se hacía presente y los hinchas no dudaron en pedir inmediatamente, la cabeza del ex técnico de Tigre.
Con estos antecedentes, la representación chilena en la Copa quedaba en manos de U. de Chile y U. San Felipe (que ya estaba en segunda fase hace mucho rato). La U tenía que viajar a Santa Cruz de la Sierra para intentar dar vuelta el marcador en contra (por los goles de visita) que consiguió en Rancagua. Y de entrada, estuvieron desenchufados. Tanto, que a los 10 minutos del primer tiempo, Oriente Petrolero marcaba el primer gol de la noche (a la postre el definitivo) y eliminaba a la U, el otro grande del fútbol chileno.
Es inentendible lo que pasó por Colo-Colo. Intentendible por un lado, porque un equipo que, supuestamente, tiene jerarquía internacional, no puede quedar eliminado ante un MALÍSIMO equipo boliviano. Entendible por otro, porque la calidad de los refuerzos para este semestre deja mucho que desear, sin contar los errores en la toma de decisiones. ¿O acaso la decisión de mandar a Phillip Araos a préstamo a Everton, inscrito en la Copa Sudamericana, y siendo el único delantero nato capaz de reemplazar a Cámpora, es una genial decisión?
Por otro lado, lo de la U quizás tenga un atenuante. Aunque viéndolo por otro lado, el atenuante quizás no sirva de mucho. Y cuando hablo de "atenuante", hablo de las semifinales de la Copa Libertadores. Quizás el logro del primer semestre en la Libertadores relaje un poco el fracaso que significa quedar eliminado con un equipo boliviano en la Sudamericana.
Lo que sí, además de quedar eliminados con equipos bolivianos, Colo-Colo y la U tienen algo en común: ambos le temen a la palabra fracaso. Ni Diego Cagna ni Gerardo Pelusso quisieron referirse a sus eliminaciones como un fracaso. Tuvo que salir un jugador como Rodrigo Millar a decir que es un rotundo fracaso quedar eliminado con un equipo que, en el papel, es de un nivel inferior.
Por eso, que venga Unión San Felipe, que tiene mucho que ganar y muy poco que perder.