Comparaciones Odiosas


Cuando termina una nueva fecha de los equipos chilenos en la Copa Libertadores, quedan varias cosas por ver. Sistemas de juego, formaciones, entrega, estilo de juego, etc.
Pero de inmediato viene a la mente el planteo de los técnicos para enfrentar a ciertos rivales. Colo-Colo jugaba con Vélez Sarsfield, uno de los candidatos a ganar la Copa, gracias a su juego ordenado. La U. Católica jugaba contra Caracas, un equipo bastante disminuído en todo el sentido de la palabra. Y la U. de Chile jugaba ante Flamengo, un eterno candidato, en donde han dicho hasta el cansancio que se reforzaron para ganar la Copa Libertadores.
Vamos por parte.
Hugo Tocalli, Marco Antonio Figueroa y Gerardo Pelusso pueden ser muy disímiles entre sí. En esta fecha, quedó más que demostrado que hay un técnico con ambición, un técnico conservador y un técnico que solamente cumple.
El técnico con ambición es, obviamente, Gerardo Cono Pelusso Boyrie (sí, así se llama). La actitud mostrada por sus jugadores la noche de ayer, cuando vencieron por 2-1 al poderoso Flamengo (con el Imperio del Amor incluído), es una actitud que no se había visto en un equipo chileno desde hacía ya bastante tiempo. No sé si desde el minuto uno, pero la U tuvo ganas y lo demostró. E hizo lo que mejor podía hacer: un gol al filo del primer tiempo, para ir con la confianza a tope a conseguir el triunfo en la segunda mitad.
A pesar de los errores groseros de jugadores y del guardalíneas en el empate del Flamengo, la U no se amilanó. A pesar de tener la presión en contra y a pesar de tener a una dupla de ataque de temer al frente, la U buscó y buscó y buscó hasta que tuvo el premio en los pies de Felipe Seymour (la figura de la noche), con un golazo de fuera del área. Premio para la U, que se lo merece por su constancia. Premio para la U, que ahora es puntero del Grupo 8.
El técnico que cumple (a medias) es Marco Antonio Figueroa. Lo mostrado por la UC el día de ayer fue casi triste. Casi patético. Un equipo abúlico. No hacía nada. Además, tuvo la suerte de que los delanteros del Caracas estaban con la pólvora mojada; que erraban y erraban oportunidades claras de gol. Si no fuera por Paulo Garcés, que salvó el honor de la UC un montón de veces, el resultado habría sido otro. De hecho, el mismo Garcés confesó que fue un empate justo, pero que no sirve de nada. Un tímido 0-0 en el marcador, que practicamente sepulta las aspiraciones cruzadas de avanzar de ronda, pensando que la U está bien encumbrada en el mismo grupo y el Flamengo no es un equipo que se caracterize por ser "fácil".
El técnico conservador (por decir lo menos) es Hugo Tocalli. No se puede creer. En serio. ¿Cómo es que un equipo que está ganando, jugando mal y con un hombre de más, se eche para atrás, guardando el 1-0? Insisto: no se puede creer.
¿Cuál es la gracia de jugar así? ¿Qué se gana? Además, ¿cuál es el propósito de declarar en conferencia de prensa que Colo-Colo nunca se echó atrás y buscó durante todo el partido, siendo que es mentira? ¿Síndrome de MAF? ¿Cero autocrítica?
Colo-Colo ese día jugó mal. A ratos, pésimo. Pero lo notable era que Vélez no mostró el nivel suficiente para superarlo. Y lo más notable aún es que, jugando mal, Colo-Colo se estaba llevando 3 puntos que eran vitales para sus pretensiones en el Grupo 7 que comparte con Cruzeiro, Deportivo Italia y el mismo Vélez. Pero ya se sabe que el equipo que se dedica a especular (odio esa palabra...la palabra precisa es RATONEAR), no siempre consigue lo que quiere. Y prueba de ello fue el gol a los 93 minutos del uruguayo Santiago Silva. El hit "Tocalli ya se va" volvió a escucharse en Pedreros. Y ya todos le están buscando reemplazante: el eterno candidato, Claudio Borghi. Pero eso es harina de otro costal.
Cuando todos esperábamos que los 3 equipos chilenos le dieran una alegría a Chile en este momento difícil, sólo uno sacó la cara: la U. La UC y Colo-Colo tienen haaaarta tarea para la casa. Y ojo, que justo los 2 chilenos que juegan la próxima semana son la UC y Colo-Colo, los 2 equipos que tienen que mejorar bastante para demostrar que de verdad pueden entregar mucho en la Libertadores.

¡FUERZA, CHILE!

Me costó un poco hacer esto. Ordenar las ideas y todo eso. Ya ha pasado casi una semana desde que un fatídico terremoto asoló a casi todo Chile y se siguen viviendo las consecuencias día a día, con réplicas, las noticias todo el día de lo que pase en Pelluhue, en Concepción, en Talcahuano, en Constitución, etc.

Quizás caiga en el discurso cliché (puede ser cierto), pero lo cierto es que no me podía quedar ajeno.
Cuántas veces nos dijeron que Chile es un país propenso a recibir sacudones de esta magnitud. Ya, es verdad: casi nadie pesca eso, porque no sabes cuando será el día en que llegue un terremoto. Pero también es verdad otra cosa: cuando a nosotros se nos olvida en el país en que estamos, la Naturaleza (o las placas de Nazca y Continental) se encargan de aterrizarnos y decirnos "están en Chile. Acostúmbrense a los temblores".
Luego de un terremoto de tal magnitud, los desastres salen a la vista. Ya no somos el país tan desarrollado que creíamos. Construcciones que se cayeron al primer remezón, familias completas que perdieron sus casas y la incompetencia de algunas instituciones incapaces de alertar sobre un tsunami (si una ola de 5 o 10 metros no es un tsunami...entonces, ¿qué es?), nos encienden la luz de alerta sobre si somos un Chile de verdad desarrollado o un Chile en vías de desarrollo. Además, de repente salió lo peor de lo nuestro: verdaderos flaites saqueando un supermercado llevándose plasmas, lavadoras e, incluso, una grúa que "estaba botada". Y todo "por hambre".
Pero eso es lo de menos.
Lo que importa ahora es que en estas circunstancias sale todo nuestro espíritu solidario. Ese que Don Francisco se ha encargado de recalcarlo hasta el hartazgo.
Chile se ha levantado de peores. Ya lo hizo con el terremoto de Valdivia de 1960. ¿Por qué no hacerlo ahora?
La unión hace la fuerza, dicen por ahí. Demostremos de lo que somos capaces. Demostremos que somos un país solidario. Es nuestra oportunidad de demostrar nuestra capacidad de tenderle la mano al que está en el suelo. De demostrar nuestra capacidad de salir adelante, a pesar de todos los obstáculos que nos ponga la vida. De demostrar nuestra capacidad de dar sin esperar nada a cambio, salvo que sea una sonrisa de un niño que no ha podido comer bien o abrigarse como la gente.
No nos quedemos en puras palabras. Actuemos. Demostremos que somos un país unido. Un país de personas civilizadas. Un país grande. Apoyémonos entre todos. Pongamos el hombro para lo que sea necesario.

¡VIVA CHILE, MIERDA!