Jugaban Audax y Colo-Colo en La Florida. El estadio prácticamente repleto. Colo-Colo venía a los tumbos y quería revivir ante Audax. El partido transcurría sin demasiado problema hasta que llegó el segundo tiempo. Una bomba de ruido cae a la cancha y explota cerca de un jugador (en este caso, Gonzalo Fierro). El partido se suspende. Empiezan a caer proyectiles e, incluso, llegan butacas del Bicentenario de La Florida a la cancha. Las culpas se reparten: que Blanco y Negro tiene la culpa, que el montón de pseudo hinchas escondido tras una camiseta (y que, con suerte, debe saber el partido al que está yendo o al equipo al que va a ver) está tratando de hundir a Colo-Colo hasta el fondo, que hay gente que pareciera que está esperando ver a Colo-Colo en segunda división, que el nefasto Estadio Seguro no funciona...hay de todo.
Y se especula que Colo-Colo va a perder los puntos, que se va a castigar a Colo-Colo sin público, que Audax (como organizador del espectáculo) debiera recibir algún tipo de sanción...nada es claro.
Al final, los delincuentes que tiraban cosas a la cancha están registrados por las cámaras del CDF. En primerísimo primer plano. Y se reclama que, otra vez, la justicia hará que todo esto pase desapercibido y que los mismos delincuentes que tiraron butacas a la cancha, volverán a ir al estadio. Y podrán ir tranquilos. Total, nadie hará nada...

...parece que esta historia ya la vi antes.