por Sebastián Torres

La selección "B" se encargó de pagar una deuda pendiente de Chile. Más que nada una mufa. Esa que decía que hace 12 años no se le podía ganar a la selección mexicana. Y anoche lo hicieron. Pero a duras penas. Marcelo Bielsa también se encargó de saldar su deuda personal. Esa que decía que Sven Goran Eriksson fue capaz de "humillarlo" (si es que se le puede decir así) en el mundial de Corea-Japón en el 2002, cuando Inglaterra (equipo dirigido por el sueco) se encargó de encajarle la única derrota a la selección argentina (comandada en ese entonces por el rosarino), lo que a la postre significó la posterior eliminación de la selección trasandina de ese mundial. Pero no estamos aquí para hablar de la "rivalidad" entre Bielsa y Eriksson. Estamos para hablar de lo que pudo lograr la selección chilena anoche ante un duro rival como lo es México.
Le costó a Chile "B". Y le costó harto. De hecho, en los primeros 15 minutos se pudieron contabilizar, perfectamente, 4 o 5 ocasiones claras para los norteamericanos, que aprovecharon las zozobras en la defensa chilena, especialmente del portero Miguel Pinto. Además, Emilio Hernández, quien estaba jugando como "10", no estaba cumpliendo el trabajo que Bielsa esperaba. En resumen, una nube negra estaba sobre Chile.
Pero poco a poco, la escuadra nacional fue afirmándose. Con la pérdida reiterada del balón por parte de México, Cereceda y Orellana aprovecharon las falencias mexicanas y se comenzaban a acercar a la portería defendida por el portero del América, Guillermo Ochoa.
A medida que pasaba el encuentro, éste cayó en un prolongado letargo, hasta que al final del primer tiempo, Fabián Orellana tuvo una clara opción de gol que pasó rozando el travesaño.
En el segundo tiempo, parece que la arenga de Bielsa funcionó, ya que se vio a un Chile más compenetrado en el partido y mucho más ofensivo que en la primera etapa. De hecho, a los 60', un cabezazo de Fabián Orellana y la posterior tapada de Ochoa, era sólo una clara muestra de lo que estaba por venir.
A los 74', Emilio Hernández se paseó por la banda derecha (pero en claro offside) y mandó un balón hacia el área que el defensa mexicano Juan Carlos Valenzuela se encargó de embocar en su propia portería. Era el autogol y el 1-0 para Chile.
Luego del gol, el partido volvió al letargo del primer tiempo y no hubo más ocasiones. Pitazo del árbitro Kevin Scott y fin del partido.
¿Qué se puede sacar como conclusión? Chile tiene recambio. No tan contundente, pero sirve. Por lo menos Bielsa tiene donde encontrar suplentes si la situación así lo amerita. Y son suplentes que pueden ocupar de muy buena manera el puesto que se les pida ocupar. Además, sirve como un buen apronte para viajar a Ecuador el próximo 12 de octubre. Ojalá que se pueda cumplir un buen papel.

MÉXICO 0
G. Ochoa; Martínez, López, Valenzuela, Pinto (86', J. Torres); Correa (64', Méndez), Pérez, Sinha (46', Paredes), Fonseca, C. Ochoa (73', Rivas), Esqueda. DT: Sven Goran Eriksson.
CHILE 1
Pinto; Martínez, González, Estrada; Meneses, Iturra, Cereceda; Hernández (89', Celis); Fuenzalida, Orellana (86', Pizarro), Sagredo (79', Figueroa). DT: Marcelo Bielsa.

GOL: 74', J.C. Valenzuela (AG)(CHI).

T. AMARILLAS: Martínez (MEX); Estrada, Iturra, Hernández (CHI).
T. ROJAS: No hubo.
ÁRBITRO: Kevin Scott (EE.UU.).
ESTADIO: Memorial Colisseum, L.A., EE.UU.
PÚBLICO: 20.000 aprox.