por Juan Manuel López

La tarde de mañana será de esas memorables. Memorables entre comillas porque no es ningún partido del otro mundo, pero para los hinchas colocolinos y evertonianos sí lo es. Es el momento de reeditar la final del Torneo de Apertura 2008. Sí, aquella final que representó uno de esos pocos momentos en los que la derrota era presente en el equipo colocolino. Quién sabe si será por la confianza de haber ganado el partido de ida. Quién sabe si fue por el planteamiento de Astengo, que no salió a atacar en ningún momento del partido (sólo cuando iban perdiendo 3-0, pero ya era demasiado tarde). Quién sabe si será por esa "bestia negra" de los colocolinos llamada Nelson Acosta. Quién sabe si será por la noche inspirada del otrora goleador Ezequiel Miralles...podría seguir numerando cosas que pudieron ser claves en ese partido, pero me tardaría todo el día.
La cosa es que mañana los colocolinos quieren revancha. Revancha por ese título que los viñamarinos le arrebataron en buena ley. No es un partido del otro mundo, pero sacarse esa espina clavada, para los albos sería invaluable. Y más invaluable aún sabiendo que, si ganan, llegarían con un envión anímico importante para el Superclásico del próximo domingo.
¿Y a Everton de qué les sirve ganar este partido? Fácil: vienen de 3 derrotas consecutivas y no han podido mostrar ni siquiera la mitad del nivel que mostraron en el torneo pasado. Con Colo-Colo sería el momento ideal para comenzar el repunte para una campaña que no es mala, pero que no estaba dentro de las expectativas de un equipo que es campeón y que el próximo año participará en la Copa Libertadores. En fin.
A pesar de lo cara de las entradas (la más barata cuesta unas 7 luquitas) se espera mañana un estadio lleno y expectante por el resultado final. Colo-Colo podría volver a la punta. Everton podría acercarse a la punta. Se espera un partido que sacará chispas en Sausalito.