por Sebastián Torres

¿Quién dijo que los playoffs son fomes? ¿Quién dijo que eran faltos de emoción? ¿Quién dijo que era un sistema malo? Que yo sepa, de lo mejorcito que ha habido en este torneo ha sido gracias a la emoción que crean semejantes duelos, en los que todos los equipos pelean hasta el último minuto para conseguir el gol de visita que les ayudaría o para obtener una diferencia que los ayude en el partido de vuelta.
Veamos. El partido entre U. de Chile y Cobreloa se vislumbraba como un trámite fácil para los loínos. Sin embargo, y a juicio de varios comentaristas, los azules jugaron los mejores 15 minutos de todo el torneo, presionando constantemente a Cobreloa y todo eso consiguió sus réditos con el gol de Walter Montillo que le daba la esperanza a los azules. Pero qué crueldad: la misma defensa de la "U" fue la encargada de sepultar sus propias aspiraciones, debido a su pésimo cometido y permitiendo los 2 goles loínos que terminaron por matar todo atisbo de esperanza que les restaba a los hinchas azules.
El encuentro entre Palestino y O'Higgins fue, más que nada, emotivo. Sobretodo por el hecho de que se encontraban frente a frente dos sistemas de juego muy distintos entre sí. Pero además por el hecho de que ambos equipos fueron dos gratas sorpresas a lo largo del año. Y el que está obteniendo sus merecidos premios es Palestino, ya que están empecinados en emular lo que consiguió el plantel de 1978, cuando salieron campeones. Ahora están a 2 partidos para por fin comenzar a ilusionarse de verdad.
Rangers y U. Católica dieron un espectáculo en el sur. Si bien Rangers llegaba con la ventaja de haber conseguido 3 goles en San Carlos de Apoquindo, los dirigidos de Mario Lepe tenían claro que debían salir a ganar el partido sí o sí. Lamentablemente, la suerte no estuvo de su lado. Los arietes cruzados nunca pudieron convertir y Católica se va nuevamente con más pena que gloria del torneo. Y la gran parte de la gloria se la llevan los talquinos que, a pesar de estar sin entrenador (momentáneamente), aún mantienen la ilusión intacta.
Colo-Colo y Huachipato también dieron espectáculo en un partido que tuvo de todo. Penales mal cobrados, expulsados (jugadores y técnicos), mal arbitraje, tensión y emoción hasta el final. Colo-Colo con ganas de matar esa historia que decía que nunca había podido pasar una serie frente a Huachipato y los acereros tratando de demostrar a cada momento esa estadística que decía que siempre había hecho buenos partidos en Santiago. Al final, la victoria agonizante fue para Colo-Colo y la fiesta fue para los albos.
Ahora se vienen unos partidos emocionantes. Palestino y Rangers, las sorpresas del torneo, y Cobreloa contra Colo-Colo, un clásico por donde se le mire.
A esperar solamente, que ya queda poco para conocer al campeón del Torneo de Clausura 2008.