por Rodrigo Goldberg / La Tercera


De una u otra forma la actividad profesional demuestra que ser bueno para la pelota no necesariamente significa ser bueno para el fútbol. De los primeros hay millones. Los segundos, no tanto. Me explico. La habilidad, potencia o ingenio no sirven de nada sin sacrificio y perseverancia. Dejar los amigos de lado, la sana (y no tan sana) diversión, etc.
Mauricio Pinilla nació con un don innegable para jugar al fútbol. Pero no es lo único. Dios le puso en el camino todas las oportunidades negadas una y otra vez a miles de futbolistas chilenos y extranjeros. Mientras algunos jamás han tenido la dicha siquiera de conocer un aeropuerto, al ex azul la suerte toca su puerta una y mil veces, llenando una decena de pasaportes.
He quedado sorprendido una vez más con la poca rigurosidad de algunos periodistas que ya postulan a "Pinigol" a la Selección. El mismo delantero manifestó desde Italia que quiere volver a la "Roja" cuanto antes. Casi como si el cuadro nacional fuera una "novia part-time" que se llama o visita cuando quiere. Parece que la necesidad de noticia es tanta que cualquier cosa es tema.
¿Por qué creo que no puede llegar hoy a la Selección?
En primer lugar, porque Marcelo Bielsa es sumamente respetuoso de los procesos. Teniendo la posibilidad de nominar (aunque él no venga) a David Pizarro, el mejor futbolista chileno del momento, no lo hace. Además no olvidemos que el número de vacantes a Sudáfrica son 6 ó 7. No más.
Segundo, porque dentro de este grupo que logró la clasificación hay varios que tienen cuentas pendientes con el delantero. Los de la "U" y los de Colo-Colo. Solo imagínenselo entrando nuevamente a Pinto Durán y las caras del resto del plantel. Muchos seleccionados tendrían el legítimo derecho de pensar que mientras ellos se sacaban la mugre entrenando, concentrando y viajando, Pinilla se daba la vida del oso.
Tercero, porque el DT rosarino es amante del rigor por sobre el talento. Sin asco dejó fuera a Vidal e Isla. Ambos juegan en la elite del fútbol mundial, pero eso jamás pesó en la exclusión.
No me cabe la menor duda que si hubiera sido ordenado estaría hoy como "9" indiscutido de la Selección. Por sobre Suazo. Lejos el que más calza en este esquema es un centrodelantero grande, potente y muy de área como él. Sin embargo, Mauricio eligió otra vida. Y no es que me meta en su vida privada. Todo fue público. El se encargó personalmente de ventilar todos y cada uno de sus affaires como si fueran triunfos deportivos. Durante años no supimos si era futbolista o un socialitè.
Nos deslumbró en su debut como profesional. Poco le duró. Largos años después y tras miles de promesas sin cumplir nos vuelve a ilusionar con su despegue en la B italiana. Eso sí. Permítanme el beneficio de la duda.
Estamos hablando de la "Roja". Señores, por favor. Pónganse serios.